Actividades para enseñar a leer a niños con autismo
Para los niños con TEA, el proceso de lectura puede ser una tarea abrumadora. Los niños con autismo tienen dificultades para comprender el lenguaje receptivo. Esto es debido a que tienen una capacidad limitada para imitar, falta de concentración y falta de capacidad de comunicación y expresión, lo que dificulta el aprendizaje de la lectura.
No existe una forma única de aprender a leer, pero la mayoría de los niños con autismo tienen buena memoria visual, por lo que se recomienda utilizar ayudas y estímulos visuales. Los siguientes métodos de lectura pueden comenzar desde la línea de base (conocimiento previo) que posee una persona.
Estos pueden ser sobre la base de lectura global, lectura Abc, mediante reconocimiento, emparejamiento y tacto (nombre o designación) y métodos de sílabas ligeras, pero deben estar en programas diferentes.
¿Cómo enseñar a leer a los niños autistas?
Cuando empezamos a enseñar cualquier habilidad, ya sea leer, escribir, dibujar, entre otro, y al trabajar con niños con trastornos del espectro autista, debemos tener en cuenta las siguientes precauciones:
Crea el entorno adecuado
Los niños con autismo tienen déficit de atención y, por tanto, se distraen, a menudo con cualquier estímulo. Para enseñar una habilidad, debemos crear un entorno sin interferencias para evitar cualquier interferencia en el entorno que obstaculice el aprendizaje.
Se recomienda estar en la misma habitación al principio, todos los objetos de refuerzo deben eliminarse y estos objetos no deben estar dentro del alcance de las personas. Una vez que controla el comportamiento de las personas y estas responden bien a las instrucciones.
Por ello, es conveniente hacer frente a estas mismas tareas en otros lugares (sala, piso, sala de juegos, entre otros). Todo esto se debe a que uno de nuestros objetivos es la generalización, la cual permite que la persona pueda trabajar en cualquier lugar.
Refuerzo laboral (juguetes, actividades o comida)
Cuando empezamos a enseñar una nueva habilidad, tenemos que contratar un refuerzo. Es decir, dejamos que los alumnos elijan juguetes, actividades o comida para conseguirlo después de completar las instrucciones o actividades que requerimos. De esta forma, nos aseguramos de que esté motivado por la tarea.
Refuerzo positivo
Cuando el estudiante tenga el comportamiento apropiado, será recompensado (reforzado), ya sea socialmente con un ¡muy bien! O tangible, como jugar con juguetes que le gustan a esta persona.
Prueba sin error
Los niños con autismo tienden a tener poca tolerancia a la frustración y pueden surgir problemas de conducta cuando la tarea es difícil. Por ello, con ensayos sin error, se implica que cuando enseñamos una habilidad, como el reconocimiento de vocales, debemos dar ayuda para que no se equivoque, para completar con éxito la tarea.
El uso de herramientas de asistencia debe reducirse gradualmente para que los estudiantes puedan ganar autonomía en lugar de volverse dependientes de las herramientas de asistencia.
Subdividir tareas
Algunas técnicas pueden resultar muy complicadas, por lo que debemos dividirlo en pequeños pasos. Un ejemplo puede ser lavarse las manos, poner jabón, abrir el grifo, mojarse las manos, cerrar el grifo, frotarse las manos, abrir el grifo, enjuagarse las manos. Luego, cerrar el grifo, sacar papel y secar la mano, luego tirar el papel a la papelera.
Actividades para enseñar a leer a niños con autismo
Antes de comenzar a enseñar, evaluaremos si el niño conoce el Abc, sílabas o cualquier letra de una palabra. A continuación, registramos las letras, sílabas o palabras que la persona reconoce e intervenimos sobre esta base.
1. Identificar el alfabeto de letras mayúsculas
Empezamos con letras mayúsculas porque son más fáciles de distinguir. La primera letra que ensañaremos será una vocal, la cual colocaremos dos o tres vocales sobre la mesa y preguntamos. En el primer intento, brindaremos gestos o asistencia verbal para evitar ensayo y error. Estas herramientas auxiliares deben desaparecer para aprender.
Si la actividad anterior es complicada, puede empezar con vocales coincidentes, es decir, coloca tres vocales sobre la mesa y decimos y pedimos que la una a la que es igual.
Sugerencia: Comience con una tarjeta en blanco y letras negras, de modo que el mensaje que reciba esta persona sea una carta sin interferencias.
Generalización: Una vez que se reconoce el Abc, podemos transferirlo a otras tarjetas, o letras y formas de colores, para que se pueda generalizar de un estímulo a otro.
2. Escriba su nombre en mayúscula
Como hacemos en el programa de reconocimiento de letras, partimos del punto de partida humano. Ponemos una vocal en el campo de visión del alumno, como “A”, decimos “A”, el niño debe repetir “A”. Podemos repetir este proceso varias veces, el cuarto o quinto intento. Recordar que debemos reforzar el ensayo sin ayudas.
Para los niños de nivel superior, una vez que el alumno aprenda la letra “A” en reconocimiento, cuando se la muestre, definitivamente la tocará (o nombrar), no tiene que hacer el proceso anterior. Tome en cuenta que cada niño tiene un ritmo de aprendizaje y la intervención debe adaptarse a sus necesidades.
Por ejemplo, para comprobar si el alumno ha aprendido el alfabeto, hacemos una evaluación de las habilidades del niño, como «aplaudir» o «tocar la nariz». Luego, le mostramos la letra “A”, para que el alumno la nombre (o toque), y luego lo dejamos «aplaudir». Posteriormente, le volvemos a preguntar “A” y las letras que se han aprendido.
3. Aprenda minúsculas
Una vez que el niño haya dominado Abc en cuanto a identificación y asignación, realizaremos esta actividad. Esta actividad incluye hacer coincidir letras mayúsculas y minúsculas, y viceversa.
Esta es una forma de conectar los dos y aprender letras minúsculas al mismo tiempo. Para los niños de nivel inferior, podemos comenzar con la coincidencia de letras mayúsculas y minúsculas y letras minúsculas y mayúsculas.
Ejemplo; ponemos tres cartas sobre la mesa, “A”, “B” y “C”, le damos “a”, y decimos «coincide con “A”», si usamos minúsculas o mayúsculas para citarlo, porque ahora no queremos confundirlos. Primero damos ayuda verbal, luego la retiramos, y le damos “a” para que coincida sin decir nada.
Hacemos el mismo proceso, pero a su vez, ponemos “a”, “b” y “c” sobre la mesa, y luego entregamos “A”.
4. Reconocer letras minúsculas
El reconocimiento de letras minúsculas puede comenzar sin los pasos de coincidencia anteriores, pero aún debemos ir comenzando desde el nivel de los estudiantes. Ponemos tres cartas en minúscula sobre la mesa para que él las toque, nos dé o nos quite “a”.
Si descubre que no sabe qué es “a”, le proporcionaremos ayuda con gestos para evitar errores.
5. Nombra las letras minúsculas
Por cada letra que haya dominado en el programa de reconocimiento, puede declararla en la designación. Mostramos la tarjeta y el alumno debe decir qué letra es. Se recomienda que la persona las toque cuando realice actividades de reconocimiento de letras.
Por ejemplo, le pedimos que nos dé “c”, y cuando nos la da, lo fortalecemos, y luego se lo mostramos y decimos “c”. Estas son las pequeñas ayudas que podemos brindar al principio, pero para evaluar si realmente aprendió las letras, debe pedir una tarea en el medio. Luego se debe volver a presentar la tarea táctil, es decir, decirnos “c”.
6. Identificar sílabas
Cuando esta persona ha aprendido el Abc en mayúsculas y minúsculas, comenzamos a reconocer las sílabas. Comenzamos con las sílabas “ma”, “me”, “mi”, “mo” y “mu”. Si su alumno tiene otras sílabas en su repertorio, puede comenzar con ellas, independientemente del orden de instrucción, puede comenzar con “p”, “s” o “m”.
Para resumir las sílabas aprendidas, podemos tomar un libro de texto de alfabetización y dejar que reconozca las sílabas.
7. Especifique o nombre sílabas
Pasamos todas las sílabas que aprendieron en reconocimiento a este programa designado. Al igual que en el programa anterior, cuando nuestros alumnos hayan leído algunas sílabas, podrá empezar a leer las sílabas del libro indicado anteriormente.
8. Combina las mismas sílabas
Combinamos las sílabas que hemos aprendido. Ponemos tres palabras sobre la mesa, “mamá”, “papá”, “tata”, y luego la dejamos tocar “mama”, luego convertimos estas palabras en tactos especificados. Es decir le presentamos las palabras, ellos deben leerlas.
A continuación, combinaremos las palabras “Mamá”, o “papá” y haremos el mismo proceso.
9. Combina diferentes sílabas
Consiste en una combinación de sílabas en el registro personal. Por ejemplo: / “pato”, “mopa”, “puma”. Después de esta actividad, pedimos leer palabras ingeniosas. Si los pasos 8 y 9 de la tarea son muy complicados, podemos hacer actividades más simples, como hacer coincidir las mismas palabras.
Pon una imagen en cada palabra (lectura global). Luego, pedimos la palabra prueba de la imagen como prueba de identidad. Estas actividades ayudan a responder las preguntas, pero luego debemos minimizarlas e identificarlas sin imágenes.
10. Lectura mundial
La lectura global es el reconocimiento de palabras respaldado por imágenes. Si es necesario, se recomienda que esta actividad se realice simultáneamente con la docencia de las otras actividades mencionadas anteriormente.
Por ejemplo, comenzamos con palabras sencilla y de interés, como “Mamá”, “chuche”, “tren” y “perro”.
Actividades sugeridas: Relacionar palabras con imágenes e imágenes con palabras. Damos una imagen y decimos «coincidir» o nos damos una palabra y esa palabra tiene que coincidir con la imagen.
El nivel más fácil es el equilibrio, dependiendo del nivel el alumno puede comenzar con un nivel u otro, puede hacer todos o solo algunos ejercicios, recordando que el ritmo lo marca el alumno.
11. Método de lectura óptica
El método fotoilábico es muy útil para enseñar a leer a niños autistas. Este método consiste en combinar letras y sílabas con imágenes.