Ejercicios para estimular la motricidad fina en los niños
El desarrollo de la motricidad fina cumple en los niños un papel fundamental para el crecimiento tanto a nivel social, mental (cognitivo) y físico. Por tanto, una correcta estimulación permitirá que el niño pueda tomar un lápiz (y utilizarlo), dar vuelta a la página de un libro, tocar un instrumento musical, entre otras cosas. La importancia de la motricidad fina es que ésta (si se está desarrollando en el niño) le permitirá hacer movimientos delicados, pequeños o sutiles.
Aunque parezca un acto sencillo, ciertamente no lo es: es un tipo de desarrollo en el que se encuentran involucradas muchas áreas del cerebro.
El desarrollo de este tipo de motricidad ayudará al control de la motricidad gruesa (que es aquella en donde se ven involucrados los movimientos grandes o amplios tales como correr, saltar, agitar los brazos, etc). Asimismo, ambos tipos de psicomotricidad se desenvolverán conforme el niño vaya adquiriendo una maduración del sistema neurológico.
En síntesis, la motricidad fina es aquella en donde el niño vaya adquiriendo movimientos finos en sus pies y manos así como también en relación a la orientación espacial.
Consideraciones generales
Antes de comenzar queremos hacer mención sobre los ejercicios para la motricidad fina en los niños. Si bien a continuación hemos seleccionado los que, a nuestro criterio, son más beneficiosos para los niños que necesiten estimular este tipo de movimientos, también queremos comentar que todo ejercicio que una docente o padre considere prudente para un niño y que éste sea mediante el movimiento (especialmente el movimiento fino) servirá para estimular la motricidad fina en los niños. Por ejemplo: tocar las teclas de un piano, usar el teclado de una computadora, pintar con un pincel o con los dedos, etc son algunos de los ejercicios que todo padre o docente puede emplear con los niños a cargo.
Como veréis, los ejercicios para el desarrollo fino de la motricidad en los niños son sencillos y se encuentran al alcance de cualquier docente o padre.
6 Ejercicios para estimular la motricidad fina en los niños
Jugar con plastilina
Los juegos en donde los niños tengan que amasar y dar diferentes formas a la plastilina les ayudarán a fortalecer los músculos y tendones de la mano, paso indispensable para el desarrollo de la motricidad fina.
Sujetando pompones
Otra actividad que se usa a menudo para este tipo de estimulación se realiza con pompones de diferentes tamaños. La finalidad de la actividad es que, con una pinza pequeña se intenta superar cada pompón y trasladarlo de un lugar a otro: de un plato a otro, por ejemplo.
Colocando bolitas en un frasco
Otra de las actividades es aquella en la que los niños deben pasar bolitas, una por una, de un frasco a otro usando una mano y pasando una bolita cada vez.
Dibujar libremente con crayones o lápices
El acto mismo de sujetar un crayón o lápiz y realizar presión sobre el papel, será un ejercicio en sí mismo para el desarrollo de la psicomotricidad fina.
Juegos con piezas pequeñas
El agarre y la manipulación de las piezas (como por ejemplo los juegos con Lego, armar un rompecabezas o colocar tuercas en tornillos) es otro de los ejercicios apropiados para este tipo de ejercitación fina.
Juegos con palillos
Para esta actividad se pueden utilizar palillos chinos o bien palillos de helado. Hasta se podrían utilizar (si no se tiene otro material) ramitas de árbol. Esta actividad consiste en agarrar algo (pueden ser tapitas de refresco, barquitos de papel, etc) con los palillos uno por uno. Se puede colocar en una fuente o recipiente con agua, cada una de las tapitas de refresco o barquitos de papel. Luego el niño tiene que, usando únicamente los palillos sacar todos los barquitos o tapitas del recipiente con agua.