Técnicas de Oratoria y Vocales para docentes

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Técnicas de oratoria para docentes

La oratoria es fundamental para los docentes, puesto que les ayuda a la hora de transmitir de manera efectiva la información a los alumnos. Por ello, a continuación explicaremos algunas de las mejores técnicas de oratoria para docentes. Ten en cuenta que la forma como la apliques, estará condicionada a tu contexto personal.

Toma en cuenta el contexto

Para la comunicación efectiva en el aprendizaje todo cuenta, por lo que es fundamental tener en cuenta el contexto en relación con tu público, es decir, con los alumnos. Es fundamental una cuidar el entorno en el espacio en el cual te vas a desenvolver como orador.

Es importantísimo tener buena iluminación y un buen fondo. Recuerda que cuando estás transmitiendo una clase a tus alumnos, estás representando a una institución. Entonces, por ejemplo es muy buen recurso poder contar con el logo con colores que represente a la institución.

El nivel de volumen del sonido de tu voz

El sonido de tu voz también es muy importante tenerlo en cuenta y contar con micrófonos, parlantes, o un tono de voz adecuado. De hecho, el secreto de para transmitir adecuadamente la información, es que los alumnos puedan escuchar bien la información. No obstante, esta no puede tener un volumen demasiado alto, ni demasiado bajo. Tampoco puede haber ruidos que interfieran con el sonido de tu voz.

Una buena introducción

Es vital el modo con el que te desenvolverás y ofreces una bienvenida adecuada con una introducción al tema. Por supuesto, una buena actitud para relacionarte con tus alumnos.

En esta introducción debes designar los puntos claves a tocar en el tema. También, se puede comenzar con un abreboca que genere inquietud al alumnado para que se mantenga interesado en el transcurso de la clase.

Establecer qué momento es ideal para que los alumnos intervengan

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en el transcurso de la clase, es establecer un momento adecuado para que los alumnos intervengan. Esto puede ser un momento en que notes que la clase está un poco distraída.

Una buena idea también es establecer una ronda de preguntas y respuestas a mitad del tema para esclarecer dudas antes de continuar.

Define el objetivo final de tu presentación

Describe en una sola oración cuál es la acción, visión o sentimiento que quieres que tu alumnado experimente con claridad al terminar tu presentación. Este objetivo debe ser similar, pero no necesariamente igual al título de tu presentación del tema de la clase.

También debes buscar que todos los puntos que tocas a lo largo de la clase estén sólidamente conectados con el llamado a tomar acción qué harás al final. Esto también debes tenerlo en cuenta al momento de mandar alguna asignación.

Colecta material valioso para tu público específico

Identifica claramente al tipo de alumnado que te va a escuchar, para que puedas seleccionar, recolectar, y entregar información que les servirá para resolver un problema. Con material valioso, nos referimos a fuentes de información como libros, sitios de internet o podcasts.

También puedes incluir estudios científicos relevantes para tu público. Un ejemplo de estos, pueden ser estadísticas, cifras o eventos recientes o históricos que pueden ser de interés para ellos.

Diseña una estructura fácil de recordar

Una hoja de notas puede ayudarte a recordar abundante información, pero esta debe estar bien estructurada. De hecho, no es casualidad que uno de los canales de internet que ofrece discursos y presentaciones por excelencia, limita a sus presentadores a explicar su tema en solo 20 minutos. Esto sin importar qué tan extenso o complicado sea.

Una estructura perfecta es aquella que presenta una introducción, un desarrollo y un cierre. Esta es una de las herramientas más útiles que puedes usar. Está estructura te ayuda para que recuerdes claramente los puntos a tocar. También, debes saber en qué orden y con cuánta intensidad hacerlo.

Al mismo tiempo, debes hacer que tu alumnado te preste atención, disfrute y recuerde mejor la información valiosa que tanto te esforzaste en colectar y presentar para ellos.

Memoriza los momentos clave de tu presentación

Todavía podemos creer en la efectividad de la memorización, pero para que no suene mecánica, debes memorizar la introducción, los puntos que vas a desarrollar y el cierre. De este modo mostrarás mayor confianza y control de tus palabras durante los puntos clave de tu clase.

Estos puntos determinantes son la introducción y el cierre, al mismo tiempo que te permites naturalidad y espontaneidad para explicar los puntos que componen el desarrollo.

Practica la entrega completa de tu mensaje

Si deseas una clase o presentación exitosa, debes practicar de principio a fin, sin detenerte, un par de veces frente a la pared o un espejo. Por ello, una buena idea es enlistar uno o más de tus amigos para que te sirvan como público.

Pídeles que te escuchen y pongan atención a todo, pero que no te interrumpan. Después inicia tu presentación, visualizando que ya estás en tu clase y no te detengas hasta concluir.

Al final puedes tomar en cuenta la crítica constructiva de tus amigos, pero lo realmente importante, es que puedas entregar tu discurso basado en tu estructura. Pero, recuerda que lo ideal es consultar lo menos posible tus notas, sin detenerte de principio a fin.

Realiza ajustes refinados

Después de haber practicado entre 5 y 7 veces podrás visualizar qué partes de tu presentación para tu clase necesitan refinación. Puede ser el nombre de algún estudio científico, alguna estadística importante o eventos históricos o recientes importantes.

Aquí puedes hacer una práctica específica en el minuto exacto de tu presentación o clase que necesite ser refinado. Puedes decir algo como, “justo después de que mencione el punto 2 voy a insertar está idea”. Luego, práctica sólo esa parte un par de veces. De este modo, cuando vuelvas a practicar la entrega completa de tu discurso o presentación, recordarás de manera natural el material que vas a incluir en esa sección específica.

Entrega tu presentación o clase con pasión

Tu alumnado debe percibir por tus palabras y tu lenguaje no verbal, que tú tienes una afición enorme por el tema que estás presentado. Hay quienes piensan que la pasión se muestra cuando repites algo te gusta. Sin embargo, la grandeza de tu afición por el tema de tu clase, puede volverse evidente ante tu público cuando elevas el volumen o el tono de tu voz en una palabra o frase específica.

Un ejemplo es cuando utilizas el puño derecho cerrado, dejándolo caer sobre la palma extendida de tu mano izquierda, asemejando un mazo de hierro. También, cuando bajas la voz y hablas desde tu pecho para mostrar autoridad.

Igualmente, aflora tu pasión por el tema cuando mencionas los nombres, fechas, cantidades o hechos históricos detallados que son absolutamente relevantes para persuadir a tu alumnado.

 

 

Técnicas vocales o ejercicios de voz para docentes

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La voz es un elemento indispensable para la enseñanza. Por lo tanto, a continuación explicaremos algunos de los mejores ejercicios que te permitirán entrenar los músculos implicados en la fonación o emisión de la voz. De esta manera, obtendrás la técnica adecuada para el dominio completo de tu forma de hablar. Esto ayudará a tu oratoria anteriormente descrita.

Debido a que la voz de los docentes es la principal herramienta de enseñanza para los docentes. Por ello, para cuidarla, te presentaremos algunas de las mejores técnicas vocales que puedes seguir para entrenarla y cuidarla.

Podemos asegurarte de que estos ejercicios no te tomarán más de 5 minutos para su realización.

Técnica con la lengua

Abre la boca y coloca la lengua en las arrugas del paladar. Luego, realiza un chasquido con la lengua mientras pronuncias la letra “n”. Repite esta acción varias veces, quizás unas 10 a 20 veces antes de tus clases.

Fonema continuo

Toma aire por la nariz, abre la boca y emite un sonido continuo y parejo combinando los fonemas “money” y “moon”. Esto lo debes hacer proyectando el aire que sale hacia adelante reiteradas varias veces el juego de fonemas hasta que se te acabe el aire. Lo ideal es hacerlo de manera cómoda y debes repetir esta acción varias veces.

Relajar los músculos mientras repites un fonema

Toma aire por la nariz y abre la boca tratando de relajar la musculatura blanda de labios y mejillas. Seguidamente, emite el fonema “af” de manera continua. Este mismo ejercicio se puede realizar emitiendo los fonemas “eye” “al” o “as”. Repite esta acción varias veces, las que creas convenientes antes de comenzar las clases.

Técnica con un corcho

Abre la boca y coloca un corcho suavemente en tu boca. Mientras, toma el aire por la nariz y emite el fonema “mmmmmm” tres veces continúas. Repite esto en la medida que te alcance el aire que tomaste previamente. Puedes realizar el ejercicio combinando las distintas vocales que consideres necesario.

Repite este ejercicio todas las veces que gustes antes de ir a tus clases, para preparar tu voz.

Repetición del fonema “j”

Toma aire por la nariz y comienza a emitir de manera prolongada el sonido consonante de la letra “j”. Repite esta acción varias veces antes de comenzar tus clases hasta que el aire te alcance.

Movimientos con el cuello

Colócate en posición de frente tratando de que el cuerpo esté alineado y no olvides de mantener la postura de 90 grados entre la cabeza y el cuello. Luego, coloca las manos sobre los hombros con los codos a la altura de los hombros.  Realiza los siguientes movimientos: Arriba y abajo, abajo y arriba, adelante y atrás, atrás y adelante.

Posteriormente, haz un círculo con los codos hacia adelante y un círculo con los codos hacia atrás, mientras mueves el cuello. Repite esta acción varias veces. De esta forma, ejercitarás los músculos del cuello que están alrededor de las cuerdas vocales.

Ejercitar los músculos del cuello para relajarlos

Coloca la mano derecha en la cabeza, del lado lateral izquierdo. Estira el brazo izquierdo a la altura del hombro, para luego estirar el lateral izquierdo del cuello realizando una contra fuerza entre la mano y la cabeza. Al mismo tiempo, mantén estirado el brazo izquierdo. Haz este ejercicio durante 5 segundos y luego haz lo mismo del lado contrario. Repite esta acción varias veces.

Relajación de los músculos del cuello

Antes de comenzar el ejercicio, no olvides mantener el ángulo de 90 grados entre la cabeza y el cuello. Ahora sí, gira la cabeza hacia un lado y cuando llegues al costado trata de mirar hacia atrás sin movimiento de torso. Luego, retorna al centro y hazlo hacia el otro lado. Repite esta acción varias veces.

Ejercicio de respiración

Realiza una inspiración suave por nariz, lleva el aire al abdomen y espira pronunciando la consonante “s” de manera continua. Repite esta acción varias veces.

Ejercicio de retención de aire

Inspira por la nariz, retén durante 5 segundos y exhala cortando en cuatro tiempos. Realiza una pausa y vuelve a realizar el ejercicio. Repite esta acción varias veces.

Ejercicio para controlar la respiración

Inspira por nariz y emite un sonido continuo y prolongado de la letra consonante “m”. Repite esta acción varias veces inspirando por la nariz y emitiendo un sonido prolongado de varios fonemas. Con repetir esta acción varias veces, lograrás un mejor control de las palabras cuando hables.

 

Como habrás notado, existe una gran variedad de ejercicios musculares, de respiración y de vocalización para cuidar de tu voz. No obstante, elegir el que mejor se adapte a tus necesidades o el que más entiendas, será tu decisión.

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